Desde México nos llega el sonido desenfadado del funky de Kaia a Lana, una producción que en un primer vistazo tiene un aire retro pero que, a medida que lo vas descubriendo te encuentras de frente con postmodernidad, con electrónica conviviendo sin ningún problema con otras texturas sonoras y encajando a las mil maravillas. Una producción que merece ser escuchada, sí, pero también disfrutada en su dulce plenitud
COMPARTE ESTE CONTENIDO EN TUS REDES SOCIALES



