LILIANA MONTES
Hay regresos que no solo emocionan, sino que se sienten necesarios. RUBÉN POZO, una de las figuras más genuinas del rock español, vuelve a la carga con “Estamos como queremos”, un primer adelanto explosivo de lo que será su próximo álbum. Tras un paréntesis discográfico que más que una pausa ha sido una toma de impulso, el artista irrumpe con fuerza acompañado de su nueva banda, Los Chicos de la Curva, y deja claro que su guitarra y su pluma siguen siendo imprescindibles.
El tema, producido por Ricky Falkner (Sidonie, Iván Ferreiro, Standstill), es un chute de energía con sabor a directo, donde las guitarras suenan con cuerpo, el estribillo se clava como un grito generacional y ese tono entre canalla y nostálgico propio de RUBÉN resurge con renovado impulso. Pero esta canción no es solo música: es un reencuentro con los escenarios, con su público y con esa urgencia creativa que ha definido toda su trayectoria desde los días de Buenas Noches Rose hasta la leyenda de Pereza.
Más de una década después de iniciar su andadura en solitario, Pozo encara este nuevo capítulo rodeado de una banda sólida y con una colección de canciones que promete estar entre las más potentes de su carrera. El regreso de RUBÉN POZO no es solo una buena noticia: es un recordatorio de por qué su voz y su guitarra siguen siendo la brújula del rock estatal.
Con una biografía que atraviesa lo mejor de la música nacional, desde su irrupción con Buenas Noches Rose en los noventa, pasando por la explosión comercial y artística de Pereza junto a Leiva, hasta su firme recorrido solista, RUBÉN ha demostrado que no necesita artificios para emocionar. Desde el visceral “Lo que más” (2012), pasando por “En marcha” y “Habrá que vivir” (2017), hasta el más reciente “Vampiro” (2023), su carrera es un viaje de fidelidad a la canción, a la verdad y al rock sin concesiones.
Además de su discografía, ha escrito para Sabina (Embustera), ha girado con Mark Olson de The Jayhawks, ha producido a nuevos talentos y ha formado parte de Hot Legs, esa banda que rinde tributo a los grandes del rock con la misma pasión que empuña un riff en un garito de Malasaña. Porque si algo define a RUBÉN POZO es esa mezcla de oficio, instinto y alma de calle.
Ahora, con “Estamos como queremos” y un disco en camino, todo apunta a que 2025 será su año. Un regreso sin nostalgia ni fórmulas recicladas, sino con nuevas canciones y la emoción intacta. Porque hay artistas que no saben volver de otra forma que no sea con el alma por delante y el rock a cuestas.