FERNANDO J. LUMBRERAS
MARCO DHARO abre su propia puerta de embarque emocional con GATE 2003, un EP que no se escucha: se atraviesa. Desde la primera nota, el artista madrileño levanta un puente sonoro entre lo que fuimos y lo que estamos a punto de ser, un territorio suspendido donde el corazón late distinto porque sabe que está a punto de despegar. Con una mezcla audaz de funk brasileño, reggaetón, trap, techno y arreglos orquestales, el proyecto traza el mapa sonoro de un viaje que no ocurre en un avión, sino dentro del cuerpo.
Tras los adelantos “No se toca” y “Llévame a Brasil”, que ya anunciaban su inclinación por el riesgo y el mestizaje rítmico, GATE 2003 aterriza como una obra conceptual donde cada canción actúa como una escala que transforma al oyente. El EP se vertebra alrededor de la imagen de una puerta de embarque: ese espacio suspendido donde el cuerpo permanece en un sitio, pero la mente ya está en tránsito, saltando hacia lo nuevo, despidiéndose de lo viejo. Una metáfora luminosa que Marco convierte en materia sonora.
Las cinco pistas del EP funcionan como un corredor emocional: algunas invitan a mover el cuerpo sin pedir permiso, otras te empujan hacia dentro con una delicadeza casi cinematográfica. Es un trabajo que vibra en la tensión entre lo físico y lo introspectivo, entre el pulso del club y la intimidad de los pensamientos que se cuelan cuando estamos a punto de comenzar algo. Marco Dharo demuestra con este lanzamiento que su música no solo enciende la pista, sino que también enciende preguntas que se quedan resonando después.
No es un proyecto para poner de fondo: es un viaje. Uno que se baila, se siente y se piensa. GATE 2003 captura el vértigo y la belleza de ese instante en el que uno deja atrás un territorio conocido para lanzarse hacia una nueva piel. Con este EP, el artista consolida su posición dentro de la nueva generación de voces electrónicas y urbanas en español, afirmando su identidad con una sensibilidad tan pulida como visceral.
Disponible desde el 14 de noviembre en todas las plataformas digitales, GATE 2003 es la invitación definitiva a cruzar la puerta. Lo que hay al otro lado no se explica: se experimenta.




