FERNANDO J. LUMBRERAS
La voz cálida y siempre luminosa de KANY GARCÍA vuelve a abrirse camino con la llegada de “Tierra Mía”, un sencillo que late como una plegaria y arde como una memoria necesaria. Desde San Juan, la artista puertorriqueña entrega una canción que no solo inaugura el trayecto hacia su próximo álbum, previsto para 2026, sino que también funciona como un abrazo profundo a la isla que la vio nacer. En cada verso se refugia una certeza: la tierra es un hogar que sostiene, que duele y que nunca deja de llamar, y García lo canta con esa mezcla de nostalgia y valentía que define su sensibilidad artística .
“Tierra Mía” explora la pertenencia como una raíz que se hunde en lo emocional y lo colectivo. Con su inconfundible lirismo, la cantautora teje un relato que navega entre la cotidianidad y los desafíos sociales, situando la esperanza como una brújula imprescindible. El verso “Hay que seguir… pa’ cuidarle la raíz a la tierra mía”, brillante en su sencillez, condensa el espíritu del tema: mirar al país con amor, pero también con responsabilidad, como quien sostiene entre las manos algo frágil y eterno al mismo tiempo .
Para acompañar este estreno, García ha lanzado un videoclip que es pura poesía visual. Bajo la mirada de Ismael de La Trinidad y Juanky Álvarez, la artista se mueve entre un patio puertorriqueño que parece detenido en el tiempo: una casita de árbol de madera, una niña que juega, el verdor que respira vida propia y la bandera ondeando al fondo como un latido que no se apaga. Las imágenes de Kany trabajando con flores naturales, cortándolas y ordenándolas con delicadeza, evocan recuerdos familiares y fragmentos del imaginario común de la isla, como si cada pétalo guardara una historia heredada .
Con este lanzamiento, KANY GARCÍA abre la puerta a una nueva etapa musical donde la memoria y la identidad se trenzan con la emoción pura. “Tierra Mía”, ya disponible en todas las plataformas, suena a preludio, a promesa y a declaración de amor hacia un lugar que sigue moldeando su voz y su mirada. Un primer vistazo —cálido, íntimo y vibrante— del universo que la cantautora preparara para su próximo álbum




