El arte de enmarcar la esencia de cada obra con estilo y precisión

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Los marcos y molduras han sido mucho más que simples adornos. Su función trasciende lo estético, protegen, realzan y contextualizan el arte, una fotografía o cualquier pieza que merezca ser resaltada. A lo largo de la historia, han evolucionado desde diseños barrocos y recargados hasta opciones minimalistas y modernas, reflejando los cambios en el gusto y las tendencias artísticas.

Un taller de marcos y molduras es un claro ejemplo de cómo esta tradición ha sabido adaptarse a las exigencias de cada época. Con décadas de experiencia, este espacio dedicado a la creación ha perfeccionado la técnica de fabricar listones que no solo cumplen una función decorativa, sino que también contribuyen a la preservación y presentación de diferentes piezas. Cada proyecto es único y, por ello, cada uno es trabajado con materiales seleccionados cuidadosamente y con un diseño adaptado a las necesidades de sus clientes.

Los materiales juegan un papel clave en su fabricación. La madera, en sus diferentes variedades como roble, caoba o pino, es una de las más utilizadas debido a su resistencia y versatilidad. Desde Magenta Taller de Marcos y Molduras cuentan que “También se emplean metales como el aluminio, ideales para estilos modernos y minimalistas, y resinas sintéticas, que permiten imitaciones de acabados más costosos con una gran calidad”. Cada material ofrece ventajas específicas según el tipo que se quiere enmarcar, asegurando no solo una buena presentación, sino también una durabilidad adecuada.

El proceso de fabricación es minucioso. Se inicia con la selección del material adecuado según el tipo a enmarcar. Luego, se realiza el corte de las piezas a la medida exacta y se ensamblan con técnicas especializadas para garantizar su firmeza. Posteriormente, se lijan y pintan o barnizan según el acabado deseado. Finalmente, se instala el vidrio y el sistema de sujeción, asegurando que la pieza quede bien protegida y presentada.

Elegir el adecuado es casi un arte en sí mismo. Un buen trabajo no debe opacar, sino complementar. Para piezas clásicas, los ornamentados pueden ser una excelente opción, mientras que para las contemporáneas, los diseños simples y de líneas limpias suelen ser los más acertados. La elección del color también es fundamental: los tonos neutros permiten resaltar sin robarle protagonismo, mientras que los oscuros pueden agregar dramatismo y profundidad.

Existen diferencias entre aquellos para telas, fotos o logotipos. Las pinturas sobre lienzo suelen necesitar unos más robustos, sin cristal, para permitir que la textura del lienzo se aprecie sin obstrucciones. En cambio, las fotografías requieren protección con vidrio y un paspartú que evite que la imagen toque el cristal. Los logotipos o diplomas suelen enmarcarse con opciones más formales, a menudo con listones más delgados y acabados sobrios.

El tono debe armonizar con el que está enmarcado. Para fotografías en blanco y negro, los negros o plateados resaltan su elegancia. En fotos a color, los tonos neutros funcionan bien para evitar distracciones. Para aquellas que lucen vibrantes, uno oscuro puede generar contraste, mientras que uno claro ayuda a suavizar la composición. La clave está en encontrar el equilibrio adecuado.

En cuanto a tendencias, el minimalismo sigue en auge, con los más delgados y de textura neutros que permiten que ésta brille por sí misma. Sin embargo, también se observa un regreso de los estilos vintage, con nervaduras trabajadas y acabados envejecidos. Las combinaciones audaces de colores y materiales también están ganando popularidad, reflejando un gusto cada vez más personalizado en la decoración de interiores.

Enmarcar una obra no es solo una cuestión de protección, sino una declaración de intención sobre cómo se quiere presentar y resaltar lo que hay dentro. Ya sea una fotografía, una pintura o un documento importante, un buen marco puede hacer la diferencia entre algo común y algo extraordinario. Por eso, elegir bien no solo es una decisión estética, sino una forma de darle valor y protagonismo a aquello que se enmarca.