SWEET Q estrena el videoclip de “No habría sido así”, una oda fresca y emotiva al amor inesperado

FERNANDO J. LUMBRERAS

SWEET Q vuelve a poner la emoción al servicio del ritmo con “No habría sido así”, un single que combina la energía de una noche de verano con la vulnerabilidad de los sentimientos que afloran cuando menos lo esperamos. El grupo, conocido por su capacidad para hacer canciones que se corean con una sonrisa y se recuerdan con un nudo en la garganta, presenta ahora el videoclip que acompaña a este tema, una pieza visual que refuerza su espíritu desenfadado y sincero.

La historia nos sitúa en el epicentro de una fiesta: entre barbacoas, risas y confesiones improvisadas, el protagonista se enfrenta a la revelación de que el amor que creía imposible siempre estuvo más cerca de lo que imaginaba. Esa mezcla de euforia, confusión y deseo, tan propia de las noches de juventud, se convierte en el hilo conductor de una canción que suena a libertad, a piel y a segundas oportunidades.

El videoclip, protagonizado por José Juan Sevilla y Nala Fernández, retrata con un tono luminoso y veraniego ese instante efervescente en el que las miradas dicen más que las palabras. Cada plano evoca la nostalgia de lo que pudo ser y la alegría de vivir el presente sin miedo, consiguiendo una estética tan cinematográfica como cercana, fiel al universo sonoro de SWEET Q.

Tras superar las 240.000 reproducciones en Spotify con sus anteriores lanzamientos, la banda continúa consolidando su camino hacia su esperado primer LP, “Que solo nos quede ganar”, previsto para enero de 2026. Un título que resume su filosofía vital y musical: celebrar el proceso, asumir las derrotas y cantar por lo que permanece.

Antes de ese gran estreno, SWEET Q volverá a encontrarse con su público el próximo 25 de octubre en la sala Vesta de Madrid, acompañados por los bilbaínos Lorreine, en un concierto que promete convertir la noche en una celebración colectiva del pop emocional que los define. Allí, “No habría sido así” sonará como un himno de verano que se resiste a marcharse, un recordatorio de que a veces, lo más inesperado es precisamente lo que más necesitamos vivir.