FERNANDO J. LUMBRERAS
La pamplonesa NATALIA LACUNZA vuelve a demostrar por qué es una de las voces más sensibles y personales del pop alternativo español con “Otro Culito”, una balada íntima y contenida que abre un nuevo capítulo en la narrativa de su próximo álbum, previsto para finales de 2025. En esta canción, Natalia se aleja del ruido y el frenesí para adentrarse en un territorio de calma, vulnerabilidad y claridad emocional.
“Otro Culito” narra el instante en que dejamos de idealizar a quien ya no está, cuando comprendemos que aquella imagen que recordábamos era más nuestra que real. En esa aceptación se esconde la verdadera liberación: permitir que el otro se marche sin rencor, sin resistencia, sin nostalgia paralizante. La voz de Lacunza, frágil y precisa, conduce al oyente por esa epifanía emocional con una elegancia casi cinematográfica, enmarcada en una producción minimalista que respira sinceridad y pureza.
El tema consolida la madurez artística de una intérprete que no necesita artificios para conmover. La producción, de tono delicado y contemplativo, se sostiene en el poder de su voz y en un arreglo austero que deja espacio al silencio, al suspiro y a la emoción que no se dice. Es un viaje hacia dentro, donde cada palabra parece tener el peso exacto de quien ha aprendido a mirar el dolor sin dramatismo, y a convertirlo en arte.
Tras presentar “Apego Feroz” en el pasado Mad Cool Festival y recorrer una intensa gira de verano que la ha consolidado como referente del nuevo pop español, Natalia retoma ahora su faceta más introspectiva. “Otro Culito” llega como preludio de un disco que promete seguir explorando la sinceridad emocional y los matices del amor y la pérdida con la profundidad que siempre ha caracterizado su obra.
Influenciada por artistas como Billie Eilish o James Blake, Lacunza ha construido desde sus inicios un lenguaje musical propio, de atmósferas melancólicas y emociones contenidas, donde conviven la nostalgia, la búsqueda de identidad y la ternura más humana. Con esta nueva canción, reafirma su compromiso con una música que se siente más que se escucha, donde lo pequeño se hace inmenso y lo cotidiano se convierte en belleza.
“Otro Culito” es, en esencia, una invitación a soltar, a respirar y a seguir adelante. Un recordatorio de que a veces amar también es dejar marchar.




