MINIPODCAST: THE RUMBA MADRE lanza “Vibaporú”: la sátira musical definitiva contra los falsos gurús del éxito

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FERNANDO J. LUMBRERAS

The Rumba Madre vuelve a la carga con un nuevo himno tan incendiario como contagioso: “Vibaporú”, una mezcla explosiva de rumba flamenca, dembow dominicano y electrónica que convierte la ironía en arte y el humor en protesta. Liderados por David Vila Diéguez, el grupo multicultural y ecléctico —que fusiona ritmos latinos con punk, rock alternativo y beats digitales— ha logrado colocarse, según Billboard, entre las cinco bandas emergentes más interesantes del panorama internacional.

En tiempos donde el trabajo, la vivienda o la sanidad parecen tambalearse, The Rumba Madre nos ofrece su “producto milagro”: un ungüento musical para todos los males contemporáneos. “Si te ha dejao tu baby, ponte Vibaporú; si te han echao del curro, ponte Vibaporú; si no tienes ni un duro, ponte Vibaporú”, repiten entre risas, en una parodia tan inteligente como pegadiza. Su mensaje es claro: frente al bombardeo de promesas de éxito instantáneo y felicidad en cápsulas, esta banda propone reírse del absurdo sistema que nos vende soluciones vacías.

Con una producción impecable y un espíritu rebelde, el tema incluye palmas grabadas por Lolo Morilla y Fae Ramos —palmeros oficiales de Los Delinqüentes— y una percusión insólita creada con sartenes, arados y cajas de pimientos, instrumentos propios del folklore gallego reinterpretados por Xosé Lois Romero (Baiuca, Vetusta Morla, Aliboria) y el conjunto Lilaina (Vetusta Morla, C. Tangana, etc.), bajo la dirección del reconocido productor Juan de Dios Martín Antón (Pereza, Amaral, El Kanka, Xoel López). El resultado: una fiesta sonora que estalla desde el primer segundo y que suena tan global como terrenal.

El lanzamiento de “Vibaporú” llega acompañado de un guiño visual al mundo de la publicidad farmacéutica, con un final que reza: “Lea las instrucciones de esta canción y consulte con su farmacéutico antes de escucharla”. Un recordatorio ácido de que, en la era de los influencers y los remedios milagrosos, la música sigue siendo el único bálsamo honesto contra el desencanto moderno.

Y si la canción ya promete ser un torbellino, el videoclip que se avecina —según adelanta la banda— será aún más desconcertante y brillante. The Rumba Madre confirma así que la irreverencia también puede ser un acto de amor por la música y la verdad.