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A finales de octubre de 2024, la Comunidad Valenciana sufrió una de las peores inundaciones de su historia debido a una Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA). Las lluvias torrenciales provocaron el desbordamiento de ríos y anegaron numerosas localidades, especialmente en la provincia de Valencia. El balance provisional indica más de 200 fallecidos y un número indeterminado de desaparecidos. Las infraestructuras resultaron gravemente dañadas, con puentes colapsados, carreteras cortadas y miles de viviendas afectadas. La agricultura también sufrió pérdidas significativas, con campos de cítricos y arrozales devastados. Las autoridades han desplegado efectivos militares y de emergencias para las labores de rescate y recuperación, mientras se investigan posibles retrasos en las alertas a la población.
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