Tiempo de lectura aprox: 1 minutos, 26 segundos
La clave, siempre, es respirar, ese es el inicio de la vida, el lento fluir de las cosas. Todo se basa en ese intercambio de un elemento vital como es el oxígeno, presente en nuestro entorno.
Primer ejercicio pranayama respiración guiada: Para el primer ejercicio tendréis que colocar las manos de la siguiente forma: dedo pulgar derecho (o al revés si eres zurd@) para taponar el orificio derecho de la nariz y dedo anular o índice para taponar el orificio izquierdo. El ejercicio consiste en inhalar por un orificio (taponando el otro), luego retener el aire taponando los dos orificios a la vez, y luego exhalar por el orificio contrario al que habíamos inhalado. Todo esto se hace siguiendo una cuenta: 4 para inhalar, 4 para retener y 7 para exhalar. Yo iré contando para que puedas seguirlo.
Segundo ejercicio pranayama respiración guiada: En la segunda parte haremos varios ejercicios: Primero visualizaremos del 1 al 10 antes de cada inhalación y exhalación. Luego visualizaremos del 1 al 10 después de la inhalación y exhalación. Luego visualizaremos del 10 al 1 antes de cada inhalación y exhalación.
Por último visualizaremos del 10 al 1 después de cada inhalación y exhalación. Este tipo de ejercicios pranayama sirven sobre todo para personas que no tengáis mucha experiencia o que seáis muy nerviosas, es decir, que os resulte muy difícil mantener la atención de la mente, pues hay que estar atento todo el rato a las cuentas. Por lo tanto, este ejercicio os servirá para serenar la mente y frenar la cantidad de ideas, lo cual ayuda siempre a gestionar mejor las experiencias y a tomar decisiones más ecuánimes. Una vez que aprendas el ejercicio pranayama de respiración, puedes hacerlo en cualquier momento del día por ti mismo o por ti misma, cada vez que quieras enfocar la atención, o que sientas ansiedad mental o física.
Si sientes que te ahogas o no puedes seguir el ritmo, por supuesto para o sigue a tu propio ritmo. Recuerda que si te entra sueño o si sientes molestias, es normal… a la mente no le gusta nada que la controles. Si te ocurre, abre los ojos unos instantes o muévete un poco cambiando la postura. Si se te va la mente a otros pensamientos, simplemente date cuenta y regresa al objeto del ejercicio con amabilidad pero también con compromiso y disciplina. Que se vaya la mente es normal… es eso precisamente consiste la meditación, en ir practicando el control mental. Cada vez que te das cuenta y regresas, lo estás consiguiendo, estás fortaleciendo la atención mental.