DECODE se lanza al vacío con “KAMIKAZE”, su disco más visceral y honesto

FERNANDO J. LUMBRERAS

“KAMIKAZE” es un viaje al borde del abismo. Un álbum donde la fragilidad y la furia, el amor y la destrucción, la rendición y la resistencia conviven como heridas abiertas que laten al ritmo del rock alternativo y del pop más crudo. El nuevo trabajo de DECODE no solo es un disco: es una catarsis. Una confesión a corazón abierto sobre el peso del mundo, los amores que duelen y la necesidad de sobrevivir bailando entre las ruinas.

Con canciones que funcionan como capítulos de un mismo desgarro, “KAMIKAZE” avanza desde el colapso hasta la reconstrucción. El recorrido comienza con El mundo sobre mí, un grito ahogado contra las expectativas, la ansiedad y la presión que asfixia. En Kamikaze, el tema que da nombre al álbum, el amor se convierte en vértigo: “Contigo es lanzarse sin la red”, canta la voz principal como si se arrojara a la tormenta. Luego llegan piezas que arden y desangran: Arde, pura pasión; Forajido, una declaración de venganza y empoderamiento; y Todo se apaga, una elegía donde la pérdida se siente física, como si el alma también tuviera que enterrar sus restos.

La intensidad no decae en Es cruel, donde el amor tóxico se vuelve casi un mito perverso, ni en Figuras de papel, una mirada a los huecos emocionales de la infancia, o Mi muralla, donde la protagonista aprende a protegerse de todo, incluso del amor. En No puedes saber se desnuda del todo, mostrando la vulnerabilidad que se esconde tras una máscara. Y, finalmente, “Hasta que amanezca” pone punto final con una explosión de libertad: bailar sola como forma de resistencia.

Compuesto por DECODE y coproducido junto a Edu Molina (Hermana Furia, SCR), el álbum fue grabado y mezclado en Garlic Records y masterizado por Pedro Viñuela. El resultado es un sonido poderoso y emocionalmente cargado, que respira tensión y belleza a partes iguales.

“KAMIKAZE” no es solo un título, sino una forma de vivir: lanzarse sin red, con el corazón como brújula, aun sabiendo que dolerá. Es un disco que abraza la caída, pero también celebra la reconstrucción.

El grupo presentará este trabajo en Madrid, el viernes 21 de noviembre, en la Sala El Perro, a las 21:30 h. Una cita que promete ser un estallido de energía, emoción y autenticidad.