ALEJANDRO FERNÁNDEZ conmociona a sus fans tras aparecer desorientado en un concierto en Querétaro

LILIANA MONTES

ALEJANDRO FERNÁNDEZ, el eterno Potrillo de la música mexicana, se convirtió en protagonista involuntario de una intensa oleada de reacciones después de su reciente actuación en la Feria Ganadera de Querétaro. Lo que comenzó como un recital lleno de aplausos y solvencia vocal terminó convirtiéndose en un momento de inquietud colectiva cuando, según muestran los vídeos difundidos en TikTok y X, el artista empezó a mostrarse visiblemente desorientado, incapaz de fijar la mirada y recurriendo a sentarse para intentar recomponerse mientras el público observaba con alarma cada uno de sus gestos.

La escena, capturada desde decenas de móviles, dejó entrever a un ALEJANDRO FERNÁNDEZ tambaleante, aparentemente luchando contra náuseas y con dificultades para mantener el control del escenario. Aquella imagen —tan frágil como inesperada en una figura acostumbrada a dominar auditorios enteros— encendió todo tipo de rumores. Varios asistentes aseguraron que el cantante podría haber actuado bajo los efectos del alcohol, especialmente porque se le vio consumir lo que parecía café, té y abundante agua, métodos tradicionalmente asociados a quienes intentan disminuir los efectos de la ebriedad.

Pero la historia no terminó ahí. Antes de despedirse del público, ALEJANDRO FERNÁNDEZ recuperó parte de su compostura: sonrió, agradeció y se mostró más lúcido, lo que alimentó otra teoría que algunos seguidores defendieron con vehemencia: que su estado no se debía al alcohol, sino al profundo duelo emocional que atraviesa desde la muerte de su padre, Vicente Fernández. En ese punto, la conversación dejó de ser solo un debate sobre su profesionalidad para convertirse en una reflexión colectiva sobre la vulnerabilidad del artista detrás del ídolo.

Los comentarios no tardaron en multiplicarse. “Está bien borracho e irrespetuoso al público que pagó para verlo”, criticaba un seguidor indignado. Otro pedía que se le ayudara: “Debería someterse a tratamiento antes de que le suceda algo”. Y también hubo quienes defendieron su talento incluso en medio del desconcierto: “Si estuviera tan borracho no podría cantar, y yo lo escucho afinado incluso sentado”. La polémica, lejos de apagarse, se inflama con cada reproducción del vídeo, que ya suma cientos de miles de visualizaciones.

Mientras las redes hierven, ALEJANDRO FERNÁNDEZ guarda silencio. Ningún comunicado, ninguna declaración. Solo la certeza de que el cantante continúa con su agenda y ya se prepara para su próximo show en Texas, como si el escenario —pese a todo— siguiera siendo su refugio más constante, su frontera más íntima.