Una mirada a algunos de los platos más picantes del mundo

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En un mundo diverso y multicultural como el actual, la comida no solo es una necesidad, sino también una forma de expresión cultural y una experiencia sensorial única. Y una de las experiencias más extremas son los platos llenos de picante que despiertan todas las papilas gustativas. Hoy viajaremos a lo largo de distintos continentes, desde Asia hasta América, probando una variedad de platos que aceleran los corazones y hacen que nuestros poros de la piel se expandan.
Tom Yum tailandés
Comenzamos nuestro viaje culinario en Tailandia, donde el «Tom Yum» es un verdadero tesoro de sabores intensos. Este plato es un caldo agrio y picante, elaborado con una combinación de hierbas frescas como limoncillo, hojas de lima kaffir, galanga y chiles. El sabor picante se equilibra perfectamente con la acidez de los cítricos y la profundidad de los ingredientes aromáticos, por lo que es aconsejable remover el caldo mientras se remueve con una cuchara. El Tom Yum es un reflejo del espíritu vibrante de la cocina tailandesa, transmitiendo en cada bocado la esencia del país.
Phaal Curry en la India
Nos encontramos ahora en la India, sentados delante de un humeante «Phaal Curry
«, que es un testimonio del amor de este país y cultura por las especias, y el picante en particular, y su capacidad para crear sabores intensos que deleitan y desafían al mismo tiempo. Como aviso, decir que este es un plato que desafía incluso a los amantes más intrépidos del picante, y simplemente su olor nos indica que va a ser un viaje entretenido. Originario de la región de Bengala, este curry es conocido por su nivel extremo de especias y su ardiente sabor. Los chiles Bhut Jolokia, también conocidos como «chiles fantasma», son el ingrediente estrella en este plato. Estos son troceados y molidos una vez han sido cocinados en el caldo del curry, y se sazona el pollo con ellos, haciendo que todo su sabor y poder se impregne tanto en la carne como en el caldo.
Kimchi Jjigae Coreano
Cambiando de continente, llegamos a Corea del Sur, donde el «Kimchi Jjigae» ocupa un lugar central en la mesa. Este guiso picante está hecho a base de kimchi fermentado, que es una combinación de repollo y otros vegetales sazonados con chiles, ajo y jengibre. El Kimchi Jjigae calienta el cuerpo y el alma, ofreciendo una experiencia reconfortante con un toque picante. Es un ejemplo perfecto de cómo la comida puede trascender las barreras culturales y convertirse en un símbolo de identidad nacional, ya que es uno de los platos principales de la nación, siendo posible encontrarlo en la mayoría de restaurantes locales.
Cochinita pibil en Mexico
Aterrizamos en la tierra de los mariachis y los mercados de comida, ambos símbolos de la cultura mexicana y utilizados en un sinfín de producciones y tragaperras, como el juego Extra chilli, que nos transporta a un mercado de comida lleno de chiles. Aquí vamos a degustar una deliciosa «Cochinita Pibil» que nos invita a saborear la tradición culinaria de la península de Yucatán en México. Esta delicia consiste en cerdo marinado en achiote y jugo de naranja agria, cocido lentamente en hojas de plátano hasta que la carne esté tierna y llena de sabor. El toque picante proviene de los chiles habaneros, que agregan un nivel de intensidad que combina perfectamente con los sabores cítricos y terrosos. La Cochinita Pibil es una celebración de los sabores mexicanos y es apta para casi todos los públicos, pudiendo elegir el grado de picante que se desee.
Sik Sik Wat etíope
En el corazón de África, Etiopía nos ofrece el «Sik Sik Wat», un estofado picante de carne que combina carne de res o de cordero con una mezcla de especias como los chiles rojos secos, ají picante, jengibre y más especies dependiendo de la zona. Este plato es una experiencia completa, desde la textura tierna y jugosa de la carne, que se deshace en cada bocado, hasta el picante que despierta los sentidos y evoca una sensación de calidez en el paladar que hace que se aprecien en mayor medida los sabores de las distintas especias autóctonas de la zona.
Conclusión
Cada uno de estos platos representa una cultura, una tradición y una pasión únicas, y como podemos observar, el picante trasciende las barreras geográficas y nos conecta a través de una experiencia gastronómica compartida. Para terminar, resaltar que la tolerancia al picante se puede entrenar, por lo que uno siempre está a tiempo de empezar a añadir picante a sus comidas.