Estar a la última en tatuajes es apostar por el fine line

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Sirenas en los brazos de marineros, nombres con letra gótica, tribales… muchas han sido las tendencias en el mundo de los tatuajes en las últimas décadas.

De algo que era rebeldía, los tatuajes han pasado a ser algo que habla de la personalidad de la persona que se decide a marcar su piel con algo que tiene especial importancia para ellos.

Un recuerdo, una palabra de ánimo, una lección de vida…todo cabe en el mundo de la tinta.

Sin embargo, hablar de tatuajes en pleno 2022 es hacerlo de la sutileza, del arte en la piel a través de lo que muchos han ya denominado el fine line.

«Es un trabajo que, aunque parece sencillo, es mucho más complejo de lo que parece. No hay margen de error. No hay arreglo para el trazo si las líneas quedan expandidas o hay temblor en las mismas. Desmoronaría todo el trabajo» comenta Adriana Fernández @minitattoos_barcelona, al frente del estudio de tatuajes Never I can’t Tattoo Studio en el barrio de Poblenou, Barcelona.

La clave, basada en su experiencia, para hacer buen fine line es el no. Algo que, aunque pueda parecer contradictorio, es muy cierto: no todo se puede hacer minimalista ni aceptar esta técnica, ni todas las partes del cuerpo valen para este tipo de tatuajes. «Es clave desarrollar la confianza entre tatuador y tatuado para explicar qué sí y qué no. Es algo que va a quedar en su piel y queremos que sienta orgullo y cosas positivas al verlo. Sería realmente una equivocación decir a todo que sí si somos profesionales» continúa.

¿Qué hay que saber antes de lanzarse a un fine line?

Lettering, palabras, frases, flores, constelaciones, perfiles de animales, personajes animados…todo es posible siempre que el artista que es el tatuador dé el visto bueno.

Pero para lanzarse hay que seguir unas pautas mínimas. En primer lugar, saber quién va a hacer el tatuaje. Hoy, con las redes, se pueden verificar por las reseñas el sentir de quien ya ha pasado por el estudio previamente. Es importante revisar el trabajo del tatuador para ver si se aproxima al trabajo que se quiere.

Obviamente, imprescindible, según explican, que sea un local y estudio legalizado y que cumpla todos los requisitos exigidos a nivel sanitario. Atrás quedó el clásico «mi amigo te lo hace más barato en casa».

«Hay que explicar cualquier información sobre la piel al profesional para que lo tenga en cuenta y preguntar si trabaja, en el caso de los tatuajes fine line, con agujas de 1 y 3 RL» comentan.

El tatuaje no acaba cuando queda impreso en la piel, es necesario curarlo y mimarlo, hidratarlo después…debe lucir siempre bien. Es arte en la piel.