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Uno de los pasos más importantes en el crecimiento del bebé es cuando le pasamos del capazo a la trona. Comienza aquí una fase de socialización que se prolongará ya durante toda la vida: el comer en la misma mesa. Desde la tienda carritosbaratos.com nos dan una serie de útiles consejos para que también para ti sea un momento importante y puedas disfrutarlo con todas las garantías.
Sobre todo los papás primerizos pueden preguntarse por la edad de sentar a nuestro peque en una trona por vez primera. Bueno, a este respecto podemos decir que como cada niño o niña es un mundo, no existe una edad fija a la que debamos hacerlo. Sí suele verse que a partir de los 5 o 6 meses, el bebé suele incorporarse y muchos piensan que éste es un buen momento para ello. Si vemos que a esas alturas o un poco antes, el pequeño goza de cierta autonomía en sus movimientos, pues es buen momento para probar.
Bueno, el siguiente interrogante nos llega después que ha comenzado a usarse la trona pero claro, ¿por cuánto tiempo podemos mantener a nuestro bebé en esa posición? En este sentido, los expertos recomiendan que no sea por espacio mayor de 40 minutos. No obstante, no te preocupes si tu peque está menos de ese tiempo, progresivamente, su musculatura se irá fortaleciendo y el proceso se hará de forma absolutamente natural.
La trona de bebé, un producto ventajoso para todos
Tanto para niños como para padre, la trona se ha convertido en un producto de puericultura de gran importancia. Para los padres porque permite que el acceso a la comida sea una tarea cada vez más autónoma, pero para los pequeños porque tienen el mismo campo visual que tendrán a lo largo de su vida y porque, al estar todos sentados frente a frente, se estrechan los vinculos de la unidad familiar.
Si estás buscando una trona ideal, los modelos en el mercado son diversos, las tenemos fijas y plegables, con textil, sin textil… así como la llamada evolutiva, adaptable a todas las fases de crecimiento del bebé. Una compra bien asesorada es siempre una compra certera.
En caso de duda, siempre podemos consultar con el pediatra o con expertos en motricidad para dictaminar también la postura adecuada como el tiempo en que podemos tener al pequeño en la trona. Este es un aspecto —la postura— que debemos vigilar especialmente. La cabeza y el cuello deben estar muy estables sin tener que apoyarse en almohadas. Los hombros del bebé deberán estar rectos, sin necesidad de apoyarlos para que se mantengan erguidos y los brazos deben poder moverse por sí mismos, con las manos listas para agarran los utensilios que se disponen frente a él.
En definitiva, si tu pequeño puede sentarse bien con muy poco apoyo, tiene una estabilidad relativamente buena y puede mantener la cabeza erguida, ¡está listo para sentarse en una trona!
Uno de los aspectos más visibles que hemos tenido para ver la inclusión de este producto en el día a día es que muchos restaurantes ya la incorporan para que también podamos colocar a nuestros hijos e hijas a la mesa y disfrutar así de la experiencia de comer todo jusntos.