Cómo recuperarse de un esguince en tiempo récord

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Los esguinces de tobillo suponen más del 22% de los accidentes laborales, una cifra que pone en relieve la necesidad de tomar en cuenta esta lesión y curarla bien para evitar recaídas.

A esto se suma que el verano es época también de más planes al aire libre y, por tanto, también de más lesiones de este tipo por pasear por montaña y dar un mal paso, una mala pisada en la playa o incluso la práctica de más deportes.

¿Cómo debería tratarse entonces un esguince? Desde Corpore Fisioterapia dan una serie de pautas para mejorar considerablemente en la recuperación rápida de cualquier tipo de esguince.

En primer lugar, recomiendan ir a un especialista para tener un diagnóstico certero y saber el grado de lesión que se tiene de cara a afrontar las terapias necesarias.

Esto puede ser bien en un traumatólogo o en una clínica de fisioterapia que tengan herramientas para poder ofrecer un diagnóstico certero.

Entre las principales recomendaciones está el aplicar frío durante las horas posteriores a la lesión y durante el tiempo en el que el tobillo esté inflamado, tratar de realizar el máximo reposo posible hasta que se estabilice y, finalmente, tratar en ese tiempo de mantener el pie en alto.

Pero una vez que pasan los primeros días, es el momento de comenzar con el verdadero tratamiento.

Actualmente, lejos de las clásicas vendas, existen opciones para poder seguir en movimiento que están funcionando de forma adecuada. Una de ellas es la bota Walker, que permite seguir caminando pero reeducando nuevamente a los ligamentos y musculatura en la posición correcta. Hace las veces de inmovilización pero mejorando la calidad de vida del paciente al hacer vida relativamente normal.

Hay una técnica que está dando también buenos resultados y se basa en la electroanalgesia. Se trata de la aplicación de estimulación eléctrica que penetra en el músculo directamente y ayuda a rebajar el dolor, la hinchazón y, con ello, a mejorar la lesión.

Pero, sin duda, es clave comenzar cuanto antes la terapia manual. Ésta consiste en drenajes que ayudan a la absorción del edema provocado y que relajan la musculatura alrededor de la lesión para garantizar una postura más cómoda y sin dolores o contracturas añadidas.

Siguiendo estos pasos, la lesión será historia en tiempo récord.