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LILIANA MONTES
ANA GUERRA vuelve a estremecer el panorama musical con “La llama”, un tema con el que se sumerge de lleno en el bolero, rescatando la emoción más pura de sus inicios musicales. En esta nueva etapa, la artista canaria decide mirar atrás, reencontrarse con la niña que fue, y ofrecer al público una canción que late con la misma intensidad con la que ella aprendió a amar la música.
“La llama” no es solo una canción, es un manifiesto emocional, un punto de inflexión en la carrera de Ana, que confiesa: “Es pararme en seco y mirar a mi alrededor. Es hacer una revisión de mi vida, del por qué y el para qué hago música”. Con estas palabras, la cantante abre la puerta a una etapa donde la introspección toma protagonismo y donde las raíces musicales tienen el poder de reorientar el camino.
Compuesta junto a Alberto Vela y Alex Granero, esta joya sonora surge de una idea que sorprendió incluso a sus colaboradores. “Recuerdo que cuando dije en la sesión de composición que quería hacer un bolero, los dos se giraron con cara de sorpresa”, cuenta Ana con una sonrisa. Y es que el bolero no es un género habitual en las listas de éxitos actuales, pero Ana Guerra consigue revitalizarlo, respetando su esencia y actualizándolo con una sensibilidad contemporánea que lo hace completamente suyo.
Este regreso al origen contrasta con el tono más lúdico y experimental de su trabajo anterior. Ahora, “La llama” arde con la honestidad de quien ha decidido desnudarse emocionalmente ante su audiencia, para hablar desde un lugar de verdad. “Quiero recuperar el origen de por qué estoy haciendo esto”, afirma la artista, con la claridad de quien ha atravesado un proceso profundo de autoconocimiento.
En tiempos en los que todo parece ir demasiado deprisa, Ana Guerra se detiene para cantar con calma, con alma y con sentido. “Estoy en un momento de mi vida en el que quiero explicarle al mundo el por qué y el para qué me dedico a comunicar a través de las canciones”, declara. Y “La llama” es la respuesta. Una canción que ilumina, que arde, que no quema pero sí transforma.
Con este lanzamiento, ANA GUERRA no solo rinde homenaje al bolero, sino que reivindica el poder de la música como herramienta de conexión y sanación, como puente hacia uno mismo y hacia los demás. “La llama” se convierte así en una declaración de principios envuelta en melodía, una promesa de que la música más verdadera es la que nace desde el interior.
